Roque Narvaja



















Soy como aquel que vive en el desierto,
del mundo y de sus cosas olvidado,
y a descuido veis donde le ha llegado
un gran amigo, al cual tuvo por muerto.

Teme luego de un caso tan incierto;
pero, después que bien se ha segurado,
comienza a holgar pensando en lo pasado,
con nuevos sentimientos muy despierto.

Mas cuando ya este amigo se le parte,
al cual partirse presto le conviene,
la soledad empieza a serle nueva;

con las yervas del monte no se aviene;
para el yermo le falta toda el arte;
y tiembla cada vez que entra en su cueva.


JUAN BOSCÁN