¿Cómo me fue? ¿Cómo me va?... Diría
que, dado que el ahora fue futuro
ayer cuando llegaba prematuro,
me va como me fue. No es fantasía.

Quisiera yo que cada nuevo día
me fuese no peor, e igual de duro;
que hubiese el mismo tenue claroscuro
que el suave amanecer de hoy me traía.

No sé si me va bien o me va mal.
Me quedo como estoy. Todo da igual
en la uniformidad de los desiertos.

Al cabo, ¿de qué vale que mañana
luzca más fuerte el sol en mi ventana,
si los días pasados ya están muertos?